Aquí es donde la magia sucede. Muchas veces desperdiciamos comida simplemente porque no sabemos qué hacer con ella. Pero, con un poco de creatividad, lo que normalmente iría a la basura puede transformarse en platos deliciosos.
Este enfoque se conoce como cocina de aprovechamiento, una filosofía que busca utilizar al máximo todos los ingredientes disponibles, minimizando residuos y optimizando recursos. Grandes chefs han adoptado esta mentalidad y han demostrado que con las partes menos valoradas de los alimentos se pueden hacer verdaderas delicias.
¿Qué es la cocina de aprovechamiento? Es una forma de cocinar en la que se utilizan todas las partes de los alimentos para evitar desperdicios. Por ejemplo, con cáscaras de zanahoria se pueden hacer caldos, y el pan duro se puede convertir en tostadas o budines, la fruta madura es ideal para batidos, compotas o mermeladas caseras.
¿Sabías que ya existe una ley que impulsa la venta de frutas y verduras feas para reducir el desperdicio alimentario? Descubre aquí cómo funciona y por qué es una gran noticia para el planeta (y tu bolsillo).
Otro truco es aprender a interpretar correctamente las fechas de caducidad. Muchas veces confundimos el "consumir preferentemente antes de" con "fecha de caducidad". La primera es solo una recomendación de calidad, mientras que la segunda indica un posible riesgo para la salud. En productos como yogures o pan, el margen de consumo es mucho más amplio de lo que pensamos.
También es buena idea dedicar un día a la semana a cocinar por lotes y congelar. Si haces más cantidad de una receta, guarda porciones individuales para tener listas cuando no tengas tiempo de cocinar. Así reduces el desperdicio y te ahorras el dilema de “¿qué comemos hoy?”.